FARAÓN TUTANKAMON

Alexiis, 13 de agosto de 2009

ALEXIIS: Son las 21:40; Sergio se ha retirado, estoy tratando de desgravar y aquí estoy, amados Maestros. Por favor, no lo hagan difícil para percibir, dense a conocer como seres de luz. Alguna indicación, imagen que me ayude a identificarte. Sé que eres muy potente, lo siento en mi cuerpo. Me aparece en la mente Egipto, el faraón Tutankamon. Pero no puedo creer que reciba una comunicación con un ser tan lejano y no lejano, no sé cómo explicarlo, como un ser tan elevado…

Sin embargo, Alexiis, soy TUTANKAMON. No te asombres ya que estás muy relacionada con todo lo que tiene que ver con Egipto; sabes que has vivido en sus tierras. También sé que ha sido tu sueño visitarlas y una vez estuviste muy cerca, pero se truncó a último momento. Sé que te atrae todo lo que tiene que ver con su historia, las pirámides y lo que destaca de la historia egipcia.

No es de eso que vengo a hablar ahora. Vengo a hablar, como tantos otros Maestros, de la importancia que tiene en este momento actual para la humanidad el volver a resurgir a su origen divino; a su origen estelar. Porque la mayoría de ustedes provienen de otros sistemas estelares. Han sido de los primeros pobladores de la Tierra y han pasado por distintas etapas, por distintos lados y tantísimas vidas en este planeta. Ahora ha llegado el momento de volver a reunir las energías, las distintas energías, no solamente las de Egipto, sino las de todo el sistema planetario. Es necesaria la combinación de las distintas razas. No puede haber una separación ni de razas, ni de religiones en el planeta.

Tienen que darse cuenta que esas son cosas que pertenecen al pasado, tal como las guerras galácticas que hubo, en las que muchos de ustedes han tomado parte. Historias que los han ayudado a ser lo que actualmente son. Pero la importancia vital es que hoy se den cuenta de quiénes son y actúen de acuerdo a eso. Ha pasado el tiempo de querer ignorar las historias pasadas de uno, lo que no quiere decir que deban ir a buscar en el pasado a ver quién ha sido y qué ha hecho; no.

Basta con que cada uno se dé cuenta que es un ser divino, una parte del Creador, del Uno, y como todos ellos, tenemos que estar unidos los leurianos, los atlantes, los de Egipto, los de todas partes del mundo. No tiene sentido enumerar a todos, pero todos los pueblos, inclusive los nativos americanos, los centroamericanos, suramericanos, africanos, todos provenimos del mismo origen, todos somos hijos del Creador. Como tales tenemos que tomar la conciencia ahora, y la conciencia es ayudar a la liberación de la Madre Tierra de las energías negativas que todavía la están molestando, e impiden su purificación total.

Mucho de esto se está produciendo ahora, mucho de esto está teniendo lugar en los momentos actuales que viven. Hay muchas cosas de las que ustedes no se dan cuenta, pero porque no serían capaces de soportar todo.

Si ustedes en este momento vieran el panorama total de lo que está pasando, sin estar debidamente preparados para ello, sucumbirían. Sucumbirían a esa energía negativa o nefasta que todavía hay. La intención es que ustedes iluminen con su amor, su luz y con esa luz vayan a los puntos más oscuros del planeta para iluminarlos. Se necesita que los trabajadores de la luz iluminen; son lo que llaman faros de luz. Sí, pero el faro de luz está anclado en una parte sola. Ustedes tienen que remontarse al cielo, al cosmos, y desde allí enviar su luz a cada parte oscura que ven en el planeta. Al elevarse sobre su nivel actual podrán ver los puntos de oscuridad. Hacia allí dirijan toda su capacidad de amor, de luz, ayudando así a que el planeta entero se vuelva a alumbras, a que nuevamente sea la famosa estrella azul.

Queridos míos, ha pasado mucho tiempo desde que yo pisé esta tierra, sin embargo, no estoy ajeno a todo lo que pasa, y como tantos otros vengo a alentarlos e inspirarlos a que vayan y cumplan con su misión, con la que se han comprometido antes de venir a esta encarnación. Todos y cada uno de los que estamos trabajando, hayamos sido como yo un faraón o el más humilde trabajador, no importa. Todos estamos acá al servicio planetario, al servicio de la Madre Tierra, al servicio de todos los reinos y de la humanidad para conseguir la liberación e iluminación finales de este hermoso planeta.

Esto es lo que vengo a transmitir esta noche. Yo soy, he sido, y seré el faraón TUTANKAMON.

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